viernes, 12 de abril de 2013

Yoga y la Primavera


YOGA Y LA PRIMAVERA.

La primavera significa surgimiento y esplendor de vida. 
Es la época del año en que se manifiestan más evidentemente los procesos del nacimiento
 y el crecimiento en cualquier forma de vida. Las semillas rompen su envoltorio para crecer hacia la luz, 
las hojas y las flores estallan en las ramas para darnos ese verde.
La primavera es el momento en que el Viento limpia el frío del invierno.
 El movimiento de esta Estación es, pues, ascendente
 y hacia el exterior (como la salida del Sol por el Este).
En la primavera la emoción a equilibrar es la ira,
y los órganos vulnerables son el hígado y la vesícula biliar.

¿Cómo la acompañamos?

El yoga le ayuda a nuestro cuerpo a desintoxicarse. Y mover la energia nueva que está brotando de nuestro interior.

La cualidad del movimiento en la primavera define también 
su influencia en la personalidad humana y se refleja en la capacidad de las personas
 para planificar su vida y tomar sus propias decisiones; para controlar así su propio destino.

Es importante estimular los nervios oculares. Sin mover la cabeza, 
zmover los ojos hacia arriba y abajo, de izquierda a derecha y en sentido contrario,
 en diagonales y en círculos, acompañando estos movimientos de una respiración suave y relajada.
Si bien, el hígado y la vesícula biliar son los órganos de esta estación, la vista esta ligado a lo hepático.

Las prácticas de las āsanas se deben hacer mirando al Este (sol naciente). 
La energía circula a través de la musculatura. Son los músculos aquellas partes donde
 se concentran los mecanismos de combustión energética. 
Por tanto se deben poner atención a la musculatura dinámica (ejercicios de movimiento, Vinyasa flow)